San Marcos, de Hacienda a Normal Rural
Quiero contarles de un lugar que caracteriza al municipio de Loreto, que tiene un pasado que no todos conocen. La hacienda de San Marcos, nos resulta más familiar hoy en día, por su historia como Escuela Normal. Existe en el imaginario de los zacatecanos, pero muy pocos saben cuál es su verdadero origen.
En el siglo XVIII, se funda lo que será quizá la hacienda más importante de lo que hoy es el municipio de Loreto, ya que sobre sus restos se fundaron la gran mayoría de las comunidades que ahora lo integran. Dedicado a la agricultura y la ganadería, el complejo hacendario se consolidado y fue uno de los más importantes del territorio, grandes cantidades de dinero y de productos circulaban semanalmente a través de el.
No podríamos entender la fundación del municipio sin la existencia de la Hacienda de San Marcos. Su extensión, estructura y poderío, hicieron que la zona pudiera definirse y entenderse como una unidad. En 1931, Trece años después de la expropiación de la hacienda, se funda Bimbaletes nombre que el municipio llevaría desde el 8 de octubre de ese año y que en 1956 fue cambiado por el de Loreto. Los espacios de la hacienda se conservan prácticamente íntegros, el patio central, los pilares, el reloj público, las fuentes, la distribución de habitaciones, todo se ha conservado.
Desde el 03 de septiembre de 1933 convertida en el “Edificio Principal” de la Escuela Normal Rural “Gral. Matías Ramos Santos”
Fue construida por el señor Genaro G. García en el año de 1884, con cantera amarilla-verdoso traída a lomo de bestias desde Clavellinas (una comunidad del estado de Aguascalientes en el municipio de Asientos).
Representa una mansión señorial con amplias habitaciones, y corredores de elegantes arquerías soportadas por columnas de cantera con estilo dórico en los corredores exteriores y en los del patio interior estilo jónico. El edificio está orientado hacia el Sur; el corredor frontal tiene 13 arcos con 18 columnas; los lados oriente y poniente cuentan con 9 arcos y 10 columnas en cada caso.
El frontispicio luce soberbio con una habitación en segundo piso que corona un prisma triangular con el reloj público que el señor Genaro G. García, siendo Gobernador de Zacatecas para el período 1900-1904, trajo de Europa en 1900 y lo estrenó en abril de 1901 (trajo dos; el otro fue donado para instalarse en la torre sur de la Catedral de Zacatecas el 21 febrero de 1901).
El acceso a la finca tiene dos graderías; la primera con seis escalones, seguido de un espacio de piso de 6.10 metros de ancho por 5.25 de largo para luego ascender por una segunda y estilizada gradería de once peldaños; en ambos lados se extienden vistosos jardines, en los que originalmente existieron frondosas bugambilias y árboles de los llamados araucarias.
Pasando el clásico zaguán, se llega a espacioso patio central rodeado de vistosos pasillos en los que lucen seis columnas y cinco arcos en cada punto cardinal.El resto del conjunto arquitectónico del casco de la hacienda, ofrece atractiva vista destacando los torreones o fortines que se utilizaron para la vigilancia y protección de la hacienda y las bóvedas con que techaron algunos anexos que se hicieron con pequeños cantaritos de barro (Reyes, 2012, p. 214).
Estos datos no serían posibles sino fuera por el trabajo de los investigadores, como fue el caso del Cronista del municipio de Loreto, ya que permite dejar una huella del patrimonio e identidad, y con ello poder difundir a las futuras generaciones.