Antecedentes de Loreto
(Reyes, 2012)
El municipio de Loreto se fundó en octubre de 1931 bajo el nombre de Bimbaletes. Este nació de la nada, ya que no contaba ni con un edificio apropiado. Sólo tenía un local para instalar las oficinas de su administración, que venía siendo el salón de sesiones de la “Agrupación de Campesinos de San Marcos y Bimbaletes”, organismo del cual surgió la inquietud de solicitar la creación de un municipio en el Bajío de Bimbaletes.
Después de fallidos intentos por la emancipación del Bajío de Bimbaletes, los ánimos no se extinguieron en las mentes generacionales de jóvenes, en las que los ideales reaparecieron siempre. Los dos primeros intentos de erigir un nuevo municipio fueron acallados por los poseedores de la Hacienda de San Marcos que, apelando al derecho de privacidad de sus propiedades, no aceptaban dentro de su territorio un municipio.
El Salón construido por Alberto Trinidad Ruiz, fue el escenario de frecuentes reuniones de los campesinos que se agrupaban como fraccionistas de San Marcos y Bimbaletes desde 1918. Cuando se expropió la Hacienda de San Marcos haciendo con ello el primer reparto agrario en el estado bajo el régimen de Fraccionamiento Agrario, entregando tierras a dichos fraccionistas; se levantaban allí banderas y se entregaban estafetas de lucha en pro de un nuevo municipio; emergía la personalidad de Maximiano Camarillo, campesino que aunque sin grados académicos, era ejemplar por su sencillez, entrega absoluta a los cargos que la asamblea le asignaba y sobre todo porque recorría la región incitando al campesinado a unirse al proyecto de la fundación del municipio.
Cercas de un año antes de ese Octubre de 1931, fecha de la fundación del municipio de Loreto, se preparó anticipadamente una magna reunión involucrando, tanto a los agricultores (fraccionistas y no fraccionistas), a obreros, jornaleros y comerciantes; de la que se levantó acta del unánime acuerdo de dirigirse al H. Congreso del Estado, solicitando lo que era tan anhelado para ellos, bajo el argumento de que para realizar cualquier trámite tenían que acudir a Villa García y representaba mucho tiempo para la población, por tanto pedían un municipio independiente.
La respuesta inmediata del congreso fue negativa debido a que, según la constitución, no cumplían los requisitos para elegirse como municipio. Con el tiempo, siguieron intentando hasta que en Octubre de 1931 recibieron respuesta positiva por parte del congreso.
Posteriormente bajo este cambio fue avanzando en tres etapas lo que ahora es Loreto:
La primera: Bimbaletes, Bimbaletes, Zac.; que arranca desde la emisión del Decreto número 5 que promulgó el Gobernador Interino Constantino Cervantes el 3 de octubre de 1931; en la que llamándole Bimbaletes al municipio; su cabecera fue la comunidad de Bimbaletes por haber sido ésta la residencia de los campesinos que siempre estuvieron solicitando su fundación. Tuvo duración de tres años, siete meses y seis días.
La segunda: Loreto, Bimbaletes, Zac.; que inicia teóricamente el nueve de mayo de 1935 y prácticamente el día primero de junio del mismo, debido a que Loreto se convirtió en la cabecera del municipio de Bimbaletes, cumpliendo el Decreto número 227, promulgado por el Profr. Salvador Varela Recendiz, Gobernador Interino de Zacatecas, como resultado de las gestiones del líder campesino, y en esos días Presidente Municipal Maximiano Camarillo, apoyado por la mayoría del Ayuntamiento de 1934-1935.
La tercera: Loreto; Maximiano Camarillo y sus seguidores pugnaron porque la cabecera municipal se cambiara a Loreto, argumentando que el lugar ofrecía ya mejores servicios públicos que no había en Bimbaletes, tales como:
1. Estación del Ferrocarril, y por ende telégrafo y correo.
2. Comercios formales que ofrecían abarrotes, petróleo, calzado, pan, ropa y alimentos.
3. El lugar era estratégico para el arribo de los vecinos de las comunidades que ya no tendrían qué buscar otros medios para llegar hasta Bimbaletes al arreglo de trámites civiles.
4. El pueblo de Loreto, manifestaba ya más movimiento con la presencia de los alumnos de la Escuela Normal Rural que se había establecido en 1933.
El “traslado de poderes”, como lo llamó Maximiano Camarillo, ocurrió el día primero de junio de 1935, cuando ayudados por el señor Enrique Hernández, que facilitó su carretón tipo guayín; se trajeron de Bimbaletes los pocos enseres que poseía el Ayuntamiento: una modesta mesa, unas cuantas sillas de madera, un pequeño estante y cajas con documentos; y en una pequeña bolsa, el cojín y los sellos (Reyes, 2012).